¿Quién no sueña con una pizza crujiente en casa? Cyril Lignac, con su pasión por la cocina, finalmente comparte su secreto de masa para pizza. A partir de solo cuatro ingredientes esenciales, nos muestra que es posible realizar una receta simple y eficaz. Los secretos de esta masa perfecta están al alcance de todos, incluso de aquellos que nunca han cocinado. ¿Listo para pasar a los fogones?
¿Cuáles son los pasos para preparar una masa de pizza crujiente?
Para realizar una masa de pizza crujiente, la receta se basa en solo cuatro ingredientes: 500 g de harina, 250 ml de agua, 1 sobre de levadura de panadería deshidratada y 1 cucharada de aceite de oliva. El primer paso consiste en mezclar estos ingredientes con cuidado. Se recomienda calentar ligeramente el agua para favorecer la fermentación de la levadura, lo que permite obtener una masa bien levada. Este detalle puede parecer mínimo, sin embargo, impacta grandemente en la textura final de tu masa.
Después de obtener una mezcla homogénea, es momento de amasar la masa. Para ello, hay que tomarse el tiempo de trabajarla hasta obtener una consistencia suave y elástica. Luego, déjala reposar y levar durante unos 20 minutos a temperatura ambiente. Este paso garantiza que tu masa será ligera y aireada, ideal para una cocción rápida y efectiva en un horno muy caliente.
¿Por qué la cocción es determinante para la masa?
La cocción es una fase determinante para obtener una corteza a la vez crujiente y sabrosa. Cyril Lignac recomienda precalentar el horno a una temperatura de alrededor de 210 a 220°C. ¿Por qué? El calor intenso permite que la masa se cocine rápidamente, evitando que se vuelva blanda y empapada.
Es importante hornear la masa sola, únicamente cubierta con salsa de tomate y un chorrito de aceite de oliva, sin añadir queso ni otros ingredientes. Esta técnica permite que la masa alcance esa textura tan deseada. Una vez que la masa comienza a dorarse, será posible añadir los ingredientes de tu elección para personalizar tu pizza según tus deseos.
¿Cuáles son los trucos para variar los placeres?
Saber cómo personalizar tu pizza es esencial. Al jugar con los ingredientes, descubrirás sabores insospechados. Aquí hay algunas ideas:
- Para un sabor rico: opta por una salsa boloñesa de carne en lugar de la salsa de tomate clásica.
- Para los amantes de las verduras: agrega generosamente pimientos, aceitunas o incluso calabacines a la parrilla.
- Para un toque italiano: apuesta por hierbas como albahaca fresca u orégano.
- Para los amantes del queso: no dudes en combinar varios quesos como mozzarella, parmesano y queso de cabra.
¿Cuál es la mejor manera de lograr un buen relleno?
El relleno debe estar equilibrado para no pesar la masa. Evita sobrecargar tu pizza para que al hornear, el agua liberada por los ingredientes no empape la masa.
Para un relleno armonioso, prioriza ingredientes de alta calidad. Esto marca la diferencia en cuanto a sabor. Elegir productos frescos y de temporada también asegurará que cada bocado sea un momento agradable. Ya sea que prefieras lo tradicional con salsa de tomate y mozzarella, o que te atrevas a combinaciones más audaces, lo importante es deleitar tus papilas con opciones auténticas.
¿Se puede conservar una masa de pizza?
Sí, es posible conservar la masa de pizza. Si alguna vez tienes sobras o preparas tu masa con antelación, solo tienes que envolverla en film plástico y colocarla en el refrigerador. Lo ideal sería usarla dentro de los 2 o 3 días para conservar toda su delicadeza. Algunos cocineros incluso prefieren dejar reposar la masa toda una noche en el refrigerador, lo que favorece un sabor aún más rico, gracias a la fermentación lenta.
Para prolongar su duración, también es posible congelar la masa. Solo hay que dividirla en bolas y envolverlas herméticamente. Así podrás usar tu masa en varias semanas. Antes de cocinar, recuerda sacarla y dejarla a temperatura ambiente para que esté nuevamente suave y lista para ser estirada.

La masa de pizza de Cyril Lignac representa un verdadero tesoro culinario, elaborada con solo cuatro ingredientes que generalmente encontramos en nuestra despensa. Con 500 g de harina, una cucharadita de sal, una cucharada de aceite de oliva y un sobre de levadura de panadero deshidratada, la receta se muestra accesible para todos. A esto se añade una preparación simple, que requiere un tiempo de reposo de 20 minutos para garantizar una textura óptima.
Esta técnica aporta un resultado que deleitará a toda la familia. Al hornear la masa en un horno muy caliente, entre 210 y 220 °C, obtendrás una base a la vez crujiente y sabrosa. Además, el truco de no añadir mozzarella al principio permite que la masa se cocine bien y se dore perfectamente. Esto ofrece la oportunidad de personalizar cada pizza según tus preferencias. Luego, agrega tus ingredientes favoritos, ya sean cárnicos o vegetales, y disfruta de esta enriquecedora experiencia culinaria.
Al incorporar el método simple de Cyril Lignac, transformarás tus noches en momentos de convivencia alrededor de una buena comida familiar.