Ingredientes
Receta para 4 personas.
🍖 4 chuletas de cerdo (sin hueso, de aproximadamente 1 cm de grosor) | 🧂 Sal y pimienta, al gusto |
🌾 1/2 taza de harina de uso general | 🥚 2 huevos, batidos |
🍞 100 g de pan rallado panko | 🥬 1/4 de repollo blanco, finamente cortado |
🧄 1 diente de ajo, picado | 🌿 1 trozo de jengibre, picado |
Utensilios
🍽️ Plato hondo | 🍳 Sartén con aceite |
🥄 Recipiente para la harina | 🥚 Recipiente para los huevos batidos |
🍞 Recipiente para el pan rallado panko | 🔪 Cuchillo para cortar la carne |
🍴 Pinzas de cocina | 🌿 Tabla de cortar |
🍶 Vaso para la salsa tonkatsu | 🧂 Sal y pimienta |
Preparación paso a paso
Tiempo de preparación: 15 minutos
Tiempo de reposo: 1 hora
Tiempo de cocción: 15 minutos
Tiempo total: 1 hora 30 minutos
ETAPA 1: Prepare las chuletas de cerdo sazonándolas generosamente con sal y pimienta.
ETAPA 2: En un tazón, agregue la harina. En otro tazón, bata los huevos hasta obtener una consistencia homogénea.
ETAPA 3: Pase cada chuleta sucesivamente por la harina, los huevos batidos y finalmente en el pan rallado panko.
ETAPA 4: Caliente el aceite en una sartén a fuego medio para que burbujee y sumerja delicadamente las chuletas empanizadas.
ETAPA 5: Fría las chuletas durante aproximadamente 5 a 7 minutos de cada lado, hasta que estén doradas y crujientes.
ETAPA 6: Retire las chuletas de la sartén y déjelas escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
ETAPA 7: Corte las chuletas en rebanadas y sírvalas con repollo blanco rallado y salsa tonkatsu.
El tonkatsu, este plato emblemático de la cocina japonesa, rinde homenaje a la tradición con su crujiente empanizado dorado. Realizado a partir de chuletas de cerdo, ofrece una experiencia a la vez reconfortante y sabrosa. La combinación de harina, huevos batidos y pan rallado panko otorga a esta receta su irresistible textura.
El acompañamiento clásico de repollo blanco rallado aporta un toque de frescura, mientras que la salsa tonkatsu añade una nota dulce y umami que realza el conjunto. Cocinar este plato tradicional permite compartir un momento convivial alrededor de una mesa, anclando así la riqueza de la cultura japonesa en la experiencia culinaria.