Marianne reinventa los cócteles con helados artesanales para disfrutar de otra manera

En Narbona, Marianne Afriat se lanza a una iniciativa audaz al transformar los cócteles emblemáticos en helados artesanales. Este concepto de Bar Glacé ofrece una nueva manera de disfrutar de sus bebidas favoritas. Después de pasar varios años en la restauración en los Estados Unidos, Marianne regresa a su tierra natal con la voluntad de fusionar los placeres del verano con la convivialidad de los cócteles. Su pasión por la gastronomía la ha llevado a desarrollar recetas que combinan el arte del helado y la mixología.

¿Qué inspiró a Marianne a crear helados de cóctel?

Marianne Afriat ha encontrado su inspiración en sus pasiones por la cocina y la mixología. Después de haber pasado muchos años en los Estados Unidos, regresó a Narbona, en el Aude, con el deseo de compartir un concepto original. Su proyecto de Bar Glacé nació de la idea de mezclar el placer de los cócteles y la frescura de los helados artesanales. ¿El objetivo? Ofrecer una nueva manera de disfrutar las bebidas favoritas de cada uno, todo de una manera lúdica y refrescante durante los calurosos meses de verano.

Al desarrollar sus recetas en su laboratorio, se ha dedicado a resaltar ingredientes locales para ofrecer una experiencia auténtica. Cada tarro de helado se hace con cuidado para respetar los sabores de los cócteles clásicos que ella reinventa. Marianne también ha querido reducir la cantidad de azúcar mientras se mantiene fiel al gusto de estas bebidas, lo que enriquece la experiencia gustativa. Esta atención al detalle ha hecho que las primeras impresiones de sus cercanos sean muy positivas, confirmándoles la idea de que su proyecto sería bien recibido por un público más amplio.

¿Qué cócteles son reinterpretados en versión helada?

El Bar Glacé actualmente ofrece una gama de ocho sabores que reinterpretan cócteles emblemáticos. Las excursiones gustativas comienzan con opciones clásicas como el Aperol Spritz y el Mojito, pero también se extienden a la Piña Colada y al Moscow Mule. Cada tarro de helado muestra un buen equilibrio, proporcionando alrededor de 3,5° de alcohol, lo que permite a los consumidores mantener la cabeza clara mientras disfrutan de sus sabores favoritos.

Las otras variantes incluyen creaciones como el Made in Marseille, la crema irlandesa y la Copa champenoise. Marianne también ha pensado en aquellos que prefieren evitar el alcohol, ofreciendo una versión Virgin mojito de fresa. Este amplio rango de opciones permite satisfacer los deseos de todos, lo que es esencial en un concepto de verano tan dinámico. A largo plazo, Marianne planea integrar más sabores para satisfacer a los clientes y ampliar su carta, pero sin alejarse de su idea original de permanecer en el universo del cóctel.

¿Dónde se pueden degustar estos helados innovadores?

Para probar estas creaciones heladas, los narbonenses pueden dirigirse a varios lugares clave. El Bar Glacé ha establecido asociaciones con la panadería La Fabrique y la Cave de l’Amphore, ubicadas en la ciudad. Estos puntos de venta ofrecen así un acceso fácil a los helados de cóctel. Esto permite a Marianne llegar a una clientela variada, desde aficionados a los cócteles hasta simples curiosos deseosos de vivir una nueva experiencia refrescante.

Mientras espera la apertura de un punto de venta dedicado, los consumidores también pueden explorar toda la gama artesanal en la tienda en línea. Estas son opciones prácticas que hacen el vínculo entre el taller de creación y el cliente final, dando acceso a estos helados artesanales incluso a distancia. La disponibilidad en línea de sus creaciones es una ventaja considerable para dar a conocer esta innovación a un público más amplio que podrá disfrutar de los deleites del verano sin necesidad de desplazarse.

¿Cómo garantiza Marianne la calidad de sus helados?

La calidad constituyendo un pilar central de su proyecto, Marianne enfatiza en ingredientes minuciosamente seleccionados. Para ello, se esfuerza por colaborar con productores locales, apoyando la economía de la región mientras ofrece una gama de helados que es tanto sabrosa como respetuosa del medio ambiente. La artesanía es parte integral de su proceso de fabricación; cada tarro de helado se diseña con un cuidado particular, rindiendo homenaje al saber hacer culinario de la región.

  • Uso de ingredientes frescos provenientes de productores locales
  • Reducción significativa de la cantidad de azúcar para un sabor natural acentuado
  • Proceso de fabricación artesanal que permite un control de calidad óptimo
  • Creación de recetas originales que se destacan en el mercado

La idea de Marianne es no solo vender helados, sino crear una experiencia sensorial completa que invite a volver. Gracias a su compromiso hacia una fuente de valor añadido para el consumidor, se asegura de que cada helado sea una fiesta por disfrutar.

¿Qué desafíos debe superar Marianne para su empresa?

Lanzar una empresa de helados artesanales en un ámbito tan competitivo como el de los cócteles representa un gran desafío. Marianne debe navegar a través de diversos obstáculos como la regulación de los alimentos, la elección de las máquinas adecuadas, y la identificación de los circuitos de distribución correctos. Cada aspecto de su actividad requiere una atención especial para garantizar que su proyecto prospere, respetando al mismo tiempo normas estrictas de calidad.

Paralelamente, debe concentrarse en el marketing de sus productos. Dar a conocer sus helados de cócteles más allá de Narbona requiere esfuerzos considerables, ya sea a través de las redes sociales, de la prensa local o incluso de nuevos avances en el campo de la gastronomía. Es un camino exigente que requiere adaptar constantemente su oferta a las opiniones de los clientes y estar alerta de las nuevas tendencias de consumo.

descubre una selección de recetas de cócteles refinados y sabrosos, perfectos para todas tus ocasiones. aprende a preparar bebidas clásicas e innovadoras, y sorprende a tus invitados con mezclas audaces y guarniciones creativas.

Marianne Afriat aporta una verdadera innovación a Narbona al reinventar el concepto de cócteles a través de sus helados artesanales. Con su Bar Glacé, logra transformar bebidas populares en ricos tarros de helado, permitiendo así saborear sabores bien conocidos en una forma sorprendente. Este proyecto es fruto de su pasión por la mixología y su deseo de compartir una experiencia refrescante con todos.

Apoyándose en ingredientes locales y priorizando métodos de fabricación artesanales, Marianne garantiza calidad y autenticidad en sus creaciones. Los primeros comentarios positivos de su entorno y de los clientes son testimonio del éxito de sus recetas, que van desde el Aperol Spritz hasta el Virgin Mojito. Cada tarro helado, vendido a un precio accesible, permite disfrutar de un momento de frescura mientras se conserva un toque de alcohol para los aficionados.

Los puntos de venta en Narbona, como la panadería La Fabrique y la Cave de l’Amphore, ofrecen acceso directo a estos helados innovadores. A través de su proyecto, Marianne demuestra brillantemente que se puede disfrutar de los cócteles de una manera totalmente nueva, con un toque artesanal que no dejará de seducir.

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