Dans un laboratoire à Narbonne, elle élabore des glaces cocktails artisanales qui séduisent les amateurs de douceurs

En Narbona, una mujer se atreve a reinventar los helados. En su laboratorio, Marianne Afriat elabora helados de cócteles artesanales que encantan a los aficionados a los dulces helados. Su carrera nace de su amor por los cócteles, que reproduce con cuidado en sorbetes finos y frutales. Con ingredientes naturales y sabores audaces, no duda en inspirarse en sus recuerdos de restauración para ofrecer creaciones tan originales como cautivadoras.

¿Quién es Marianne Afriat y cuál es su inspiración?

Marianne Afriat, una narbonense de 36 años, alterna entre sus estudios de derecho y su pasión por la restauración. Tras pasar una década en Estados Unidos, regresa a su ciudad natal, llena de ideas y proyectos. La creación de «Bar Glacé» no surge por azar. De hecho, esta empresaria ha reflexionado durante mucho tiempo sobre la idea de combinar dos placeres: los cócteles y los helados. La inspiración le llegó durante su boda, donde buscaba ofrecer un aperitivo refrescante a sus invitados. Al no encontrar helados adecuados en el mercado, decidió lanzarse a la fabricación de helados con alcohol.

Esta pasión por la mixología se ha transformado en un proyecto ambicioso. Marianne ha elaborado recetas de helados inspiradas en cócteles famosos como Mojito, Aperol Spritz y Pina Colada. El objetivo es crear una experiencia gustativa original proponiendo productos a base de ingredientes naturales y locales. Es esta voluntad de deleitar los sentidos la que impulsa a Marianne a innovar continuamente en su laboratorio.

¿Cómo se fabrican estos helados de cócteles artesanales?

La fabricación de helados en «Bar Glacé» se basa en métodos artesanales rigurosos. Marianne ha implementado un proceso meticuloso para asegurarse de que cada helado respete su visión: ser a la vez festivo y saludable. Aquí están las etapas clave de la fabricación:

  • Creación de las recetas: Marianne elabora recetas utilizando técnicas de mixología.
  • Maduración: Las mezclas se afinan en la nevera durante 12 horas.
  • Adición del alcohol: El alcohol se agrega solo después de la maduración para evitar su evaporación.
  • Turbina: La preparación se pasa luego por una turbina para obtener la textura perfecta.
  • Ingredientes naturales: No se incluyen aromas artificiales, colorantes ni conservantes, lo que refuerza la calidad artesanal.

Este proceso permite ofrecer productos de alta calidad. Al combinar el amor por la gastronomía y el respeto por los ingredientes, Marianne espera tocar el corazón de consumidores y restauradores.

¿Cuáles son los sabores disponibles?

Los helados de cócteles de «Bar Glacé» se presentan en una multitud de sabores que deleitan el paladar. Entre las recetas propuestas, se pueden encontrar creaciones clásicas pero ingeniosamente revisadas, como:

  • Aperol Spritz: Una fusión de cítricos y aperitivo.
  • Moscow Mule: Un sabor fresco y picante gracias al jengibre.
  • Irish Cream: Para un toque de café en dulces helados.
  • Litchi’tini: Una combinación audaz entre lichi, vodka y licor de saúco.
  • Made in Marseille: Un encuentro entre pastis y orgeat, un verdadero guiño local.

Estos helados tienen un contenido de alcohol del 3.5%, lo que los convierte en un verdadero deleite para aquellos que aprecian la originalidad. Recientemente, Marianne también ha pensado en alternativas sin alcohol, como el helado Virgin Mojito, para atraer a un público más amplio, incluidos niños y mujeres embarazadas.

¿Cómo darse un capricho con «Bar Glacé»?

Para aquellos que desean degustar estos helados inesperados, «Bar Glacé» ya ha establecido asociaciones con dos puntos de venta en Narbona: «La Fabrique» y «La Cave de l’Amphore». Estos lugares se convierten en destinos imprescindibles para los amantes de los dulces helados. Pero la oferta no se detiene ahí. Marianne también ofrece servicios de eventos, permitiendo adaptar sus creaciones a ocasiones festivas como:

  • Bodas: Helados a medida para realzar los aperitivos.
  • Bautizos: Sabores adaptados a los jóvenes comensales.
  • Recepciones: Una combinación perfecta con los platos de los caterings.
  • Ferias y festivales: Como la Feria de Primavera del Gran Narbona.

Las oportunidades son infinitas para descubrir y saborear estas creaciones, un verdadero placer para quienes buscan salir de lo convencional.

¿Qué impacto ha tenido la apertura de «Bar Glacé» en la comunidad local?

El lanzamiento de «Bar Glacé» no solo ha causado sensación entre los golosos, sino que también ha tenido un impacto positivo en la comunidad local. En sinergia con otros artesanos, como la panadería «La Fabrique», Marianne ha encontrado un valioso apoyo. Esta colaboración ha permitido dar a conocer la marca a un público más amplio. Muchos restauradores muestran un interés notable por estos helados innovadores, integrándolos en sus propias cartas de postres para ofrecer a sus clientes una experiencia original.

Esta iniciativa no se limita solo a la creación de helados; representa un verdadero movimiento hacia el consumo local y artesanal. Los comentarios de los clientes son entusiastas, y Marianne desea seguir experimentando con nuevos sabores mientras se mantiene fiel a sus valores de calidad y autenticidad.

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En Narbona, Marianne Afriat ha sabido aportar un toque de originalidad con sus helados de cócteles artesanales. En su laboratorio, transforma las recetas de cócteles clásicos en creaciones heladas que causan sensación. Al ofrecer sabores como Moscow Mule y Pina Colada, cautivará tanto a los amantes de lo dulce como a aquellos en busca de una experiencia sensorial única.

El proceso de fabricación se destaca por su compromiso de utilizar ingredientes naturales, sin aromas artificiales ni conservantes. Cada helado se confecciona de manera artesanal, y el resultado es un verdadero deleite para el paladar. El objetivo de Marianne es deleitar a todos los golosos, y lo logra gracias a una búsqueda meticulosa y un trabajo arduo en su cocina.

Unido a esta iniciativa, el apoyo de otros empresarios refuerza este enfoque colaborativo. Gracias a asociaciones como la de La Fabrique, Marianne ha podido dar vida a su proyecto. Sus productos ya están disponibles en varios puntos de venta, prometiendo deleitar a una amplia clientela. Ya sean fiestas privadas o eventos profesionales, sus helados de cócteles aportan una nota refrescante y festiva que seguramente causará sensación.

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